1. Proyecto Urbano
Para nosotros el proyecto urbano es una
forma de hacer arquitectura en la que el concepto de orden se utiliza
como herramienta de consenso que interpreta cómo pueden ser los espacios
de una comunidad, abriendo el tiempo a los cambios que van a producirse
en ella. Esta es su virtud y también su defecto, pues los hechos lo
irán acotando y definiendo mediante su construcción, modificándolo. Se
trata de una arquitectura que siempre es relevante pues su ámbito es el
de un espacio usado y discutido por mucha gente, en el que se mezclan
necesidades y donde también se abren grandes posibilidades de mejora.
Pero no se trata sólo de una forma de informar o disponer sobre lo
necesario para que las cosas sucedan. Es un verdadero espacio de acción,
de arquitecturas de pequeño y gran tamaño, condicionadas por usos que
el proyecto tiene que promover, sin condicionar en exceso. El espacio
comunitario no puede ser un destino obligado, marcado (siéntate, tira un
papel, este es tu recorrido). Apenas podemos afirmar que sea un espacio
creado. Lo importante es lo que fluye en él, lo que sucede.
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2. Territorio
A Costa da Morte forma parte, como muchos otros, del paisaje
inventado, un hábitat mitificado, muy humanizado, en el que se proyecta,
sobre un espacio natural muy rico en contrastes, el devenir de una
cultura rural, comprometida y enraizada en el territorio, que ha
incorporado directamente y sin apenas reflexión, el instinto de la libre
economía y las formas construidas de la cultura urbana. El resultado,
en su expresión más radical, introduce el concepto de ciudad más como
incisión y corte que como superficie, transformando el espacio sin
desmitificarlo, pues la comunidad permanece, y destruyéndolo sin borrar
su configuración. De este modo, lo contemporáneo se incorpora como reto a
un lugar donde no hay equilibrio posible y en el que la constante
perturbación impide el desarrollo de la planificación y la arquitectura
como disciplinas de orden. En cualquier caso, si un paisaje destruido
responde a una forma de actuar, también lo hará la creación de otro.
3. Espacio Batiente
Lo que nosotros denominamos como
ESPACIO BATIENTE forma
parte de esa invención. Un territorio lineal bañado por el mar que es
espacio de los sueños y base de su identidad. En él está el límite más
rico y cambiante de Galicia, donde confluyen además otros elementos
característicos del paisaje, como las formas de las rocas, la
vegetación, los remansos de las playas, el agua dulce y toda una
variedad de formas trabajadas y construidas por aquellos que fueron y
son sus habitantes. Desde la textura de un cultivo, pasando por la
construcción más simple de un marco o un cercado, hasta la arquitectura
de los muelles, viviendas y múltiples construcciones auxiliares. Es un
espacio de anchura variable, delimitado por las relaciones que estos
elementos establecen entre sí y donde las formas, que toman posición en
él según su peso y resistencia, explican un orden de referencia mutua
entre mar y tierra. En realidad, están en los dos sitios a la vez, lo
que aporta movimiento y variabilidad tanto en la definición de las
formas de la naturaleza, como de las construidas. En él, todo lo que
aparece, se crea o construye, tiene que ser inventado teniendo en cuenta
su valor doble en este hábitat. Una cuestión que depende no sólo de la
viabilidad económica o del éxito de un espacio generado a partir de lo
que permite la reglamentación urbanística, sino de una forma de actuar
propia.
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4. Estado previo
Malpica es una villa de tradición pesquera, primero ballenera y luego
de bajura, que ha visto mermada en estos últimos años su capacidad
productiva, desviada a puertos más grandes como el de A Coruña. Su
población ha disminuido progresivamente a pesar de que, durante los años
de bonanza en la construcción, apostó por un crecimiento apenas
planificado que ha transformado su borde litoral. Sin embargo, su
interesante configuración topográfica, de península escarpada, lo ha
condicionado, fragmentando las actuaciones, deformando la racionalidad
constructiva e impidiendo su interpretación conjunta. Un paisaje que
llega a tener amplias zonas con más superficie de medianeras que de
fachadas, donde el espacio portuario aparece como un terreno llano,
ganado al mar, pero hundido, y los puntos de enlace con las calles de la
villa, más elevadas, obligan a intervenir en los espacios en pendiente.
Así, aparecen elementos claves como rampas, muros y escaleras que
buscan acuerdos entre la circulación rodada y peatonal. La fachada
marítima, atravesada visiblemente por un conducto de saneamiento,
muestra la ausencia de criterios de ordenación en cuanto a usos de
materiales, forma y volumen. Un espacio en el que fachada y medianera se
suceden, caracterizando una escena urbana cuya fuerza hace pensar en
una intervención directa y sencilla de tratamiento y limpieza.
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El deterioro de los pavimentos, el arreglo de unos sobre otros, el
deterioro de las condiciones medioambientales por la falta de espacio
libre, los vertidos al mar, los tendidos visibles de algunas
instalaciones, el aparcamiento incontrolado, la ausencia de protección
de los peatones o la separación de tráficos, son algunos de los
problemas más importantes que, desde el punto de vista de la
urbanización, presenta el lugar.
Reseña histórica de la evolución del Puerto
El inicio de la construcción de lo que llegará a ser el puerto actual
data de 1868, aunque no es hasta 1929 cuando se inicia la construcción
del dique de abrigo, al que siguen diferentes reformas y una última
prolongación iniciada en 1983. La primera zona de acceso a embarcaciones
se situó en el lado sur, en lo que hoy es la Casa do Pescador y el
mirador del Murallón. Entre los años cuarenta y cincuenta se realizan
una serie de actuaciones de especial importancia que van a definir la
configuración actual del espacio en contacto con la fachada marítima: la
construcción de la rampa varadero (1945), el acceso al muelle sur
(1945), el edificio de la central termoeléctrica (1946), la escollera de
protección de la rampa varadero (1948), la construcción de la primera
lonja en 1948, el predique sur y muelle de ribera (1952) y el muelle
interior y acceso a la dársena (1955). Posteriormente se dota de
compuerta a la dársena en 1969, se construye el muelle norte adosado al
dique (1971) y se construyen otras dos obras importantes directamente
relacionadas con la fachada: el enlace entre los muelles norte y sur en
1973 y la actual rampa de la dársena en 1974. Finalmente, en los últimos
25 años se han construido la lonja actual (1981), la prolongación del
muelle sur (1987), la defensa para difracción del oleaje (1988), la
urbanización de la explanada sur (1990), la estabilización de laderas
sur (1991), una ampliación de la rampa de varada de la dársena (1992) y
los edificios usuarios (2000).
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5. Necesidades
El argumento principal previo a la intervención siempre trató de
buscar la mejora del puerto a través del saneamiento de sus
instalaciones, pero también de la escena urbana. Esta idea permitió el
consenso entre instituciones. Autoridad Portuaria y Cofradía,
establecieron como actuaciones prioritarias la construcción de un gran
espacio en el entorno de la dársena para depósito y reparación de
embarcaciones. Incluía además la creación de un foso para
travel-lift
y suponía la construcción de una nueva rampa varadero exterior según
anteproyecto desarrollado por Portos de Galicia. También hubo acuerdo en
mejorar las instalaciones de servicios (pluviales, electricidad,
saneamiento, abastecimiento de agua y telefonía), ordenar los recorridos
peatonales, separándolos de las zonas de trabajo, en todo el espacio
entre la dársena y la Punta da Plancha y mejorar la accesibilidad al
puerto desde el sur, eliminando aquellas construcciones que dificultaban
la visibilidad y el paso de personas y vehículos, lo que llevó a
reubicar el taller de reparaciones, que estrechaba el acceso rodado al
puerto, en la actual nave de rederas. Con el Ayuntamiento se decidió
acometer la renovación de pavimentos, mobiliario e integración de la
fachada marítima portuaria dentro del núcleo urbano y a tratar las zonas
de acantilado cubiertas de hormigón proyectado.
A partir de ahí, y demostrando su capacidad para resolver los
problemas técnicos planteados, el proyecto podía introducir ideas y
actuaciones encaminadas a la mejora general de un espacio que no dejaba
de ser puerto pero que también debía formar parte del espacio ciudadano.
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| 1. Paseo sobre muro existente / 2. Mirador / 3. Paseo / 4. Mirador
pescadores (O Murallón) / 5. Vial sur / 6a. Explanada - forjado de
embarcaciones / 6b. Explanada - recrecido embarcaciones / 6c. Explanada
muelle existente / 7.Borde explanada zona peatonal / 8. Recuperación
fachada marítima y borde dársena / 9. Jardín artificial / A. Piezas
prefabricadas de hormigón / B. Hormigón / C. Adoquín / D. Piedra / E.
Jardín artificial |
6. Actuación
Se trata de la ordenación del frente marítimo de la villa de Malpica,
en una zona de dominio público marítimo terrestre en la que confluye la
actividad portuaria con actividades turísticas y de esparcimiento. El
ámbito del proyecto se corresponde con un importante tramo entre la
bajada Norte al puerto desde la Praza do Cruceiro, entre la calle
Eduardo Vila y la Rúa do Mirador; y el extremo Sureste que forma el
saliente geográfico conocido como Punta da Plancha.
La superficie total de intervención es de 13.710 m
2, de los cuales 263 m
2 se corresponden con espacios ocupados por las diferentes edificaciones.
La situación especial del espacio de intervención, todo él en
terrenos de relleno de litoral, junto con los condicionantes de los
espacios públicos que lo rodean, lleva a entender la intervención como
parte de un proyecto, que en su día, debería ser ampliado a toda la
fachada marítima.
Intervenimos por tanto, junto con la Autoridad Portuaria, en la
remodelación del puerto, principalmente en aquellos puntos en los que
existía la posibilidad de crear espacio público, explorando las
condiciones del puerto como lugar de relación y acogida que cuenta con
el atractivo de la actividad pesquera y las vistas de un enclave único,
presente en la villa a través de rampas, escaleras y miradores. Explotar
al máximo la condición de linealidad de un puerto dispuesto en arco,
mediante un paseo accesible a cota intermedia que recorre el acantilado
apoyado en resaltes y coronaciones de muros que, en cierto modo, lo
habita. De la nada aparece ante todos los ciudadanos el espacio de los
escaladores, de los nidos de gaviota, de las rocas ocultas. El espacio
intermedio, la capa de camaleón camuflado que contempla, sin interferir,
la actividad portuaria.
DÁRSENA / MIRADOR DEL MURALLÓN
Ya casi nadie se acuerda, pero todo el suelo de la dársena se ha
puesto a la misma cota, la 6.10 del muelle de la compuerta, lo que ha
mejorado la integración visual y espacial del lado este, además de
enterrar, bajo el metro de relleno, la conducción de saneamiento que
recorría, a la vista, la fachada marítima. La recuperación de los muros
sobre los que se asientan las casas, muchos de ellos de piedra, permite
la lectura del acantilado, su imagen. Se insiste en las posibilidades de
mejora de un caso recurrente en muchas villas marineras de Galicia que,
dada su extensión, no admite respuestas de tábula rasa: el hecho de que
con el tratamiento de los pocos elementos que se repiten, es decir, de
aquellas pautas organizativas muchas veces ocultas y de presencia
descuidada y en si mismas no atractivas, puede conseguirse una belleza
distinta, quizás desestructurada, cubista, pero reflejo de una
intencionalidad directa, popular.
Uno de los elementos presentes en la memoria de la villa, el mirador
del Murallón, se amplía y separa del tránsito de vehículos. También se
propone el revestimiento con granito mampuesto del muro deteriorado
sobre el que se apoya. Se desliga el mirador de la rampa de bajada al
puerto, haciéndolo horizontal y colocando un nuevo
pavimento-barandilla-peto que define el espacio mediante piezas
prefabricadas de hormigón visto, acabado liso de encofrado metálico, que
realizan también las transiciones y el bordillo, y cuyo vuelo además
permite la ampliación del espacio.
ACCESO AL PUERTO Y NUEVO PASEO HASTA LA PLANCHA
Se derriban las edificaciones situadas en la bajada sur al puerto:
almacén, taller y edificio de la Cruz Roja, lo que permite su ampliación
y proponer, desde ahí, el arranque del nuevo paseo hasta la Punta da
Plancha, apoyándose en el propio muro de piedra y a una cota constante
de unos 4.5 metros sobre la plataforma portuaria.
A Plancha se convierte en mirador y rampa de conexión con el suelo.
Es un saliente del puerto apenas visitado desde el que se ve el mar
abierto. La nueva forma de llegar hasta ella se hace utilizando un
prefabricado con sus bordes extremos inclinados 45º que protegen el
caminar a uno y otro lado, consiguiendo la protección frente al agua y
los coches y dejando también pasos hacia escaleras existentes.
EXPLANADA FORJADO
Aprovechando la superficie de escollera de protección del muelle
primitivo, y como alternativa al relleno, se propone un forjado
unidireccional con prelosas sobre pilotes con encofrado metálico perdido
que permite ampliar la superficie de depósito de embarcaciones,
tratando su borde de tierra con perforaciones aliviadero-desagüe y el de
mar con una zona de descanso y mobiliario bien orientada.
7. Construcción
Contemplar la naturaleza, su pureza, ayuda al hombre a simplificar,
en lo esencial, su pensamiento. Nos gusta decir: afinar el instinto. La
construcción, como acción, debe ser precisa. Quizás por eso buscamos la
exactitud que la resume: la geometría. Con ella el confort se convierte
en lo que es estrictamente necesario. Algo que, al lado del mar, se
muestra como mezcla de uso, textura y resistencia.
Todas la zonas de paseo se construyen con un único elemento
prefabricado de hormigón de 1.22 cm de ancho y 15 cm de espesor.
Mediante pequeñas modificaciones en sus extremos se consiguen 7 tipos
básicos que responden a diferentes funciones: protección en tramos de
paseo volado (inclinación máxima), barrera frente a vehículos en
límites de vial y aparcamiento, rampa para acceso practicable,
protección de referencia en línea de escollera (inclinación suave),
mayor espesor (pecho) en frentes de ola...
En fábrica se estudia la construcción del encofrado metálico para
permitir un gran número de puestas y su máximo aprovechamiento en las
variaciones del tipo. Las formas de anclaje de las piezas terminadas en
obra dependen del tipo de terreno o elemento en el que se apoyan:
elástico en muros, bulonado en micropilotes sobre escollera,
prolongación recta sobre zapata o contrapesado mediante banco de
hormigón en miradores y zonas con vuelos de hasta 7 metros.
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| 1. Imposta granito 80x60x40cm / 2. Muro mampostería existente / 3.
Adoquín granito gris Mondariz 12x12x12 acabado flameado / 3a. Adoquín
blanco 12x12x12cm / 4. Mortero de cemento-arena 1:6 3cm / 5. Solera de
hormigón HM25 15cm / 6. Conducto fecales D:400mm / 7. Conducto
pluviales D:315mm / 8. Hormigón de limpieza / 9. Arena / 10. Grava / 11.
Zahorra artificial / 12. Abastecimiento de agua D:180mm / 12b.
Abastecimiento de agua D:90mm / 13. Mampostería concertada de granito /
14. Muro HA30 / 15. Zuncho apoyo de hormigón visto / 16. Prefabricado de
hormigón / 17. Apoyo de neopreno anclado sobre mortero de nivelación /
18. Pavimento de hormigón vibrado / 19. Macadam e:20cm / 20. Pedraplén /
21. Canal de drenaje horizontal y rejilla de fundición / 22. Junta de
dilatación / 23. Explanada existente / 24. Tubo acero galvanizado
esmaltado D:45mm / 25. Tubo acero inoxidable AISI316 D:20mm |
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Se trata de un tipo de obra en el que los arquitectos, tanto en el
proceso de cálculo y diseño de los detalles, como en la ejecución de las
soluciones constructivas, han debido entenderse y trabajar con técnicos
de la administración, contrata y empresas suministradoras,
especializados en un tipo de obra civil que, en este caso, debía ser
compartida por otros usos, principalmente los de encuentro y disfrute de
los ciudadanos.
En la memoria de la intervención están los muros y los muelles de
piedra, plataformas inclinadas, verticales y horizontales, planas,
lisas, sufridas y rozadas por los barcos. En la creación de nuevos
espacios y usos está la utilización de un elemento y sistema
constructivo contemporáneo, el prefabricado de hormigón, pieza-espacio y
superficie-línea.
Ficha técnica
Superficie de intervención: 13.710 m2
Explanada Forjado: 1.700 m2
Pavimentación Muelle Existente (hormigón): 1.470 m2
Explanada Dársena: 2.800 m2
Accesos y espacios de relación (adoquín/losa granito): 4.900 m2
Mirador de pescadores (Prefabricado 1): 80 m2
Paseo Sur Elevado (Prefabricado 2,3): 1.000 m2
Paseo Sur Escollera (Prefabricado 4,5): 1.150 m2
Peatonal Borde Explanada (Prefabricado 6): 600 m2
Longitud Paseo: 710 m
Longitudes Prefabricados: Entre 4 y 13.50 m
Fecha Proyecto / Terminación
Mayo 2005/ Enero 2009
Promotor
Portos de Galicia/Xunta de Galicia/Unión Europea
Arquitectos / Directores de obra
Juan Creus / Covadonga Carrasco
Colaboradores CREUSeCARRASCOarquitectos
Francisco Rosell / Felipe Riola / Roi Feijoo / Belén Salgado
Alexandre Antunes / Bárbara Mesquita / Laura Coladas
Estructura
TEMHA
José A. González / Jesús Corbal
Ingenieros / Directores de Obra
Juan A. Rodríguez / Antonio Martín
Empresa constructora
OYS Noroeste
Ángel Charlón (jefe de obra) / Antonio Freire
Presupuesto total 2.843.239,43 €
Costo/m2 207,38 €/m²
Superficie construida 13.710 m²
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